Pabellon de la ciudad de Gwangju, Corea ubicada en San Antonio, Texas |
En realidad no importa donde vivas. Hoy día hay muchísimas opciones para interculturalidad. Y es muy divertido concerlas desde varios aspectos. ¡Esta interaccción me apasiona!
Pero, antes que nada, antes de sumergirme en otro mundo, ¡soy puertorriqueña! Aprecio lo mio, mi herencia, y conozco mis raíces. Esta estima me lleva a ser mas sensible y receptiva con las otras culturas. Siento que soy mejor puertorriqueña.
Según las palabras de Miguel Rodrigo Alsina, catedrático de teorías de la comunicación, "una cultura no evoluciona si no es a través del contacto con otras culturas".
Incluso, he notado que los asiaticos también tienen la misma curiosidad e interés por conocer lo nuestro. Se forjan nuevas amistades basadas en un interés mutuo. Entre mis nuevas amistades cuento: con un taiwanés fanático de bailes y música latina, creador de bellas pinturas con influencia española (ver recuadro); otro, también de descendencia china, creador de grupos en Face Book donde promueve las relaciones interraciales; y los de mas lejos: el coreano instructor de tango en Corea, y el filipino arquitecto residente en China.
Todos ellos con amable disposición de compartir y enseñar sobre su cultura. Una dinámica de integracion intensa, enriqueciéndonos mutuamente. A pesar de esto, también disfruto de conocer sobre la cultura por otros medios.
La historia y el arte son fuentes muy ricas. Y esta es mi recomendación para la lectora frustrada: buscar un rinconcito asiático donde estás. Ya sea en el internet, la biblioteca o librería de tu preferencia, asociaciones mundiales, la embajada en tu ciudad, o en centros culturales.
Existen muchas opciones. Recién me hice miembro de Sister City International, programa sin fines de lucro que hace alianzas entre ciudades del mundo y EEUU. Por medio de esta asociacion supe que la ciudad de Gwangju, Corea y San Antonio, Texas son aliadas (sister cities). Y existe un monumento símbolo de la alianza entre ambas. Un bello pabellón coreano (mas detalles aquí) que fui a visitar hace unos días.
Fue mas bien una experiencia cultural educativa y enriquecedora. Al ver el pabellón pude apreciar su valor y la importancia de esta donación para nuestra ciudad. Lo mejor de todo es que encontré mi rinconcito asiático en el centro del corazón de Texas...